La soldadura TIG (Tungsten Inert Gas) es uno de los procesos más valorados en el entorno industrial cuando se requiere precisión, limpieza y máxima calidad en las uniones metálicas. Su gran ventaja frente a otros métodos es el control total que ofrece sobre el baño de fusión, lo que permite trabajar con acabados finos, sin proyecciones ni escoria.
Este tipo de soldadura es especialmente útil en sectores donde se manejan materiales delicados o de difícil soldabilidad, como el acero inoxidable, el aluminio o aleaciones especiales. La posibilidad de trabajar sin aporte de material, o añadiéndolo manualmente de forma muy controlada, garantiza uniones resistentes, estéticas y sin deformaciones innecesarias.
Además, al utilizar gas inerte como protección, se evita la oxidación y se obtiene un acabado más limpio, ideal para componentes visibles o que requieren cumplir normativas estrictas, como en la industria alimentaria o farmacéutica. Esto reduce o incluso elimina la necesidad de trabajos de acabado posteriores, lo que supone ahorro de tiempo y costes.
En Talleres Mainsa, apostamos por la soldadura TIG en todos aquellos proyectos donde la calidad del resultado final es prioritaria. Gracias a nuestro equipo especializado y a la experiencia acumulada, ofrecemos soluciones a medida que garantizan durabilidad, seguridad y precisión en cada trabajo realizado.
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